Vida en el Bosque
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Tipos de vida en el bosque
Cuando la gente piensa en animales que viven en los bosques, usualmente visualizan criaturas como osos, gorilas, tigres. Es frecuente que se olviden de las plantas forestales, aparte de los árboles. Y muchas personas no tienen en cuenta que organismos como las bacterias y los hongos son tan importantes para el bosque como los mismos árboles.
También los materiales inorgánicos son de importancia crucial para los organismos vivos. Las plantas verdes–desde los árboles hasta los más delicados helechos–forman la base de todos los ecosistemas forestales. Estas plantas requieren aire, suelo, agua, y luz solar para crecer y así sostener la fragil red de vida en un bosque.
Una enorme variedad de criaturas habitan en el bosque. Algunas son espectaculares, otras se ocultan en algun lugar debajo del dosel. La red de interacciones entre los individuos y entre las especies es intricada y compleja; nada en un bosque es simple, y apenas estamos empezando a comprender algunas partes de estos ecosistemas.
Los bosques son de los hábitats más diversificados del planeta. La biodiversidad [cantidad y variedad de formas de vida en un hábitat dado] no es simplemente algo que es “bueno” tener. Todas las especies, incluyendo los humanos, dependen de todas las otras especies para su supervivencia. La extinción de cualquier organismo–un mono, un planta, una pulga de agua–tendrán consecuencias impredescibles y, a veces, desastrosas.
Algunos estimados conservadores calculan que ocurre por lo menos una extinción cada día; otros dicen que cada hora varias especies desaparecen para siempre. |
Los bosques pluviales tropicales (rainforests) son los ecosistemas más ricos en el mundo. De hecho, debido a la gran diversidad de plantas y animales, hay relativamente pocos individuos de la mayoría de las especies. Esto hace que ellas sean especialmente susceptibles a la pérdidas de hábitat y las alteraciones.
Aún cuando muchas especies templadas tienen equivalentes tropicales, hay una mayor variedad de hábitats en los bosques tropicales. El clima cálido y húmedo también contribuye al mayor número de especies. Grupos completos de organismos de los bosques pluviales tropicales no existen en regiones con climas más fríos. Un ejemplo son las epifitas — plantas que crecen sobre las ramas de los árboles.
Las epífitas pueden llegar a ser hasta el 50% de las especies vegetales en un bosque pluvial tropical. En la zona templada, todas las orquídeas se encuentran en el suelo, mientras que en los trópicos existen hasta ¡20,000 especies de orquídeas epífitas!. Las epífitas existen en todas las formas –colgantes, lianas, ramilletes de hojas que capturan el agua, incluso algunas semejantes a cactus (y algunas son cactus realmente). En algunos bosques templados costeros, los árboles están cubiertos con capas de musgos y líquenes epifitos, pero en ningún caso se alcanza la variedad de formas y tamaños como en los trópicos.
Los animales son numerosos en el bosque. Y donde quiera que los animales sean numerosos, los parásitos serán todavía mucho más numerosos. Mientras que los depredadores requieren, para sobrevivir, muchos animales de otras especies, muchos parásitos pueden existir en un animal. Se ha estimado que la mitad de los animales sobre la Tierra son parásitos, y ellos son portados por todos los animales, especialmente aves y mamíferos, incluidos nosotros.
Camuflaje y defensas químicas Si eres suave y sin defensa, es muy probable que seas comido–a menos que luzcas como otra cosa. Si miramos con cuidado, la corteza de un árbol puede resultar ser un insecto, hojas secas ser mariposas, ramitas ser insectos bien disfrazados. Pero colores, formas y patrones confusos pueden ser usados no solamente para la defensa: los depredadores también pueden usar el camuflaje para su ventaja. A veces, el ocultarse no es suficiente y criaturas que, aparentemente, son indefensas de hecho se defienden con productos químicos venenosos. Vea más sobre este tema… |
Además de los humanos, hay otra especie animal que puede cambiar el paisaje forestal de manera poderosa y dramática. Este animal es un roedor: el castor (Castor spp. – Castoridae). Los castores construyen represas usando los árboles que cortan; las represas reducen la velocidad de los arroyos, creando charcas y pantanos los cuales ayudan a evitar las inundaciones y recogen ricos sedimentos y materia orgánica. Los castores favorecen ciertos tipos de árboles para sus represas y, eventualmente, el bosque, en la orilla del arroyo, es dominado por los tipos de árboles menos preferidos.
En muchos lugares, las personas no solamente tratan de cambiar los bosques sino que también tratan de crear, por razones económicas, bosques artificiales–pequeñas plantaciones con solamente una especie de árbol, todos de la misma edad. La biodiversidad sufre.
Los bosques necesitan árboles de todas las edades para propósitos diferentes, y un bosque saludable realmente incluye muchos árboles muertos–algunos todavía de pie, y otros caídos sobre el suelo forestal. Cuando mueren, los árboles todavían juegan un papel increíblemente importante en la vida del bosque. Las larvas de los insectos se hospedan en estos árboles muertos, haciendo túneles en la madera esponjosa, lo que ayuda a almacenar agua en el piso forestal.
A los árboles muertos pero que están todavía de pie pudiera llamársele “árboles de vida silvestre“. Ellos son colonizados por insectos, como algunas especies de hormigas, que construyen sus nidos en ellos. Los pájaros carpinteros (‘picamaderos’) crean agujeros y cavidades en la madera en su búsqueda de insectos para comer; estos agujeros son lugares perfectos para anidar muchas especies de aves, las cuales consumen muchos insectos que serían perjudiciales para el bosque.
Elimine cualquiera de estos organismos, y todo el ecosistema puede colapsar. Todo es esencial–los troncos muertos, las hormigas, los pájaros carpinteros, las aves canoras, incluso los insectos plagas ya que sin ellos no habría “árboles de vida silvestre“.
Adaptaciones arborícolas Muchos frutos se desarrollan en los extremos de las ramas por lo que son difíciles de alcanzar y, frecuentemente, son demasiado delgados para soportar el peso de un animal como un mono. Algunos animales han encontrado la solución: la cola prensible, que funciona como un brazo extra. Otros han desarrollado la capacidad de deslizarse hacia las partes altas de los árboles. Estas son dos de las adaptaciones desarrolladas en respuesta a las características particulares del hábitat forestal. Vea más sobre este tema… |
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