Vida en el Bosque – Adaptaciones Arborícolas
La cola de un mono aullador (Alouatta spp. – Atelidae) pesa tanto como una de sus piernas. ¿Qué ventaja habría en estar cargando tanto peso extra? Es una cola “prensil”, es decir una que puede usarse como una quinta extremidad: para agarrar, sostener y soportar todo el peso del cuerpo del animal. Con colas prensiles, los animales pueden suspenderse para alcanzar ramas delgadas, y alimentarse en las altas copas de los bosques tropicales sin peligro de caer.
Los animales con colas prensiles se encuentran en los bosques tropicales de América Central y del Sur.
Los grupos más comunes de animales con colas prensiles son aquellos que se alimentan principalmente de frutos, hojas y flores. Los frutos y hojas tiernas crecen en los extremos de ramas que no aguantan el peso de un animal. Sin embargo, con una cola prensil el animal pueden colgarse de ramas más sólidas mientras se alimenta, o usa su cola para mayor apoyo. Es posible ver grandes monos araña (Ateles spp. – Atelidae) alimentándose a casi 60 metros de la tierra, sostenido únicamente con las puntas de sus colas.
Pero tener una dieta de frutas no es la única razón para tener una cola prensil. Algunas serpientes y lagartos también tienen esta adaptación, incluyendo los pitones asiáticos (Python spp. – Pythonidae) y algunas boas (familia Boidae) y víboras (familia Viperidae). Estos reptiles son altamente arborícolas y hacen uso de sus colas prensiles para sostenerse fuertemente a una rama mientras comen presas grandes (aves y lagartos).
Las colas prensiles también pueden ser útiles para otras funciones aparte de alimentarse. Se ha observado hormigueros enanos (Cyclopes didactylus – Cyclopedidae) recogiendo material para el nido y envolviéndolo con sus colas para así transportarlo hacia los lugares de anidamiento.
Sin importar las razones por las que un animal en particular use la cola, las colas prensiles se encuentran únicamente en especies arborícolas, y a veces son consideradas como el epítome de la adaptación arborícola. Las culebras Bothrops que viven en la tierra no tienen colas prensiles mientras que las especies de Bothrops que habitan en los árboles usan sus colas prensiles. Los osos hormigueros terrestres carecen de colas prensiles pero el oso hormiguero sedoso, que es arborícola, usa su cola prensil para sostenerse al mismo tiempo que las patas traseras, manteniendo así libres sus patas delanteras para forrajear.
Una especie de la que generalmente no se piensa que pueda ser arborícola es la del puercoespín, ya que los que habitan en la zona templada son terrestres. Pero los puercoespinos de América tropical pasan una gran parte de su tiempo en los árboles. El puercoespín arborícola de cola prensil (Coendou prehensilis – Erethizonthidae) es uno de los más arborícola de todos, buscando semillas en los mismos extremos de las ramas. Este es un caso en el que la evolución de la cola prensil pudiera tener una ligera desventaja. La cola de este puercoespín no está protegida, a diferencia de la cola de las especies de zonas templadas que está bien protegida con púas. El puercoespín tropical evolucionó hasta llegar a ser un animal mucho más ágil y acrobático, pero no está tan bien defendido como las especies templadas. |
Una alternativa a la cola prensil es otra adaptación arborícola: planear. Los mamíferos planeadores generalmente tienen pliegues aplanados de la piel localizados entre las patas delanteras y traseras, los cuales pueden extenderse como “alas”. Ellos se mueven por el bosque subiendo bastante alto en un árbol y planeando hacia otro, y así sucesivamente.
Algunos lagartos tienen costillas que sobresalen de los lados del cuerpo y se unen por un pliegue de la piel formando “alas” que funcionan de manera similar a la de los mamíferos planeadores. Sin embargo, en lugar de tener “alas”, la mayoría de los reptiles y anfibios aplanan sus cuerpos y brincan por los árboles. Este comportamiento es utilizado por ranas, lagartos y algunas culebras para escapar de sus depredadores.
No hay animales planeadores en los trópicos americanos donde, sin embargo, las colas prensiles son tan comunes, y esta distribución es mucho más extraña cuando se considera que hay ardillas planeadoras en América del Norte. El hecho de que las colas prensiles casi no existen en los animales de los bosques de Asia y África añade más misterio, en términos biogeográficos, de estas adaptaciones.
Algunas personas piensan que la estructura diferente de los bosques en los diferentes continentes explica esta extraña distribución de animales planeadores y animales con colas prensiles. En general, los bosques africanos están repletos de lianas y enredaderas mientras que los bosques asiáticos carecen de estas plantas. Los bosques de América tropical tienen un número moderado de lianas, y sus árboles tienen ramas relativamente frágiles. Debido a la cantidad de lianas, los animales pueden moverse en los bosques africanos sin adaptaciones especiales. Pero el planear tiene sentido en los bosques más abiertos de Asia, y las colas prensiles es lo mejor debido a las características de los bosques americanos.
Esta idea ciertamente no explica todo, y algunas personas no están de acuerdo con esta teoría. ¿Por qué no hay colas prensiles en Asia? Primates como los gibones y orangutanes no son capaces de suspenderse por sus colas como los monos aulladores que dejan ambas manos libres para forrajear. ¿Por qué algunas especies americanas tropicales no planean? Hasta ahora, nadie tiene una explicación definitiva.
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