Los Horizontes

Los suelos se depositan o se desarrollan en capas. Estas capas, llamadas horizontes, se pueden ver donde las carreteras han sido cortadas a través de colinas, donde los arroyos han recorrido los valles, o en otras áreas donde el suelo está expuesto.

Cuando los factores de formación del suelo son favorables, hasta cinco horizontes principales pueden verse en un perfil de suelo mineral. Cada horizonte principal se subdivide en capas específicas propiedades únicas. El grosor de cada capa varía según el local (afectado por los factores de formación del suelo) En condiciones perturbadas, como la agricultura intensiva, o donde la erosión es severa, no todos los horizontes estarán presentes. Los suelos jóvenes tienen menos horizontes que los suelos más maduros o viejos.

Horizontes en un perfil “ideal”

En el tope de ciertos suelos se puede encontrar un horizonte orgánico u horizonte O. Este consiste en residuos vegetales frescos y en descomposición de fuentes tales como hojas, ramitas, musgos, líquenes y otras acumulaciones de material orgánico. Este horizonte puede ser fino o bien ancho, dependiendo de las condiciones ambientales. También no está presente en todos los suelos. El horizonte O es oscuro porque su descomposición produce humus.

Debajo del horizonte O está el horizonte A. Éste es principalmente material mineral pero es más oscuro que los horizontes debajo de él debido a las mayor cantidade de materia orgánica humificada. Este horizonte es donde ocurre la mayor parte de la actividad de las raíces y generalmente es la capa más productiva del suelo. Este horizonte de diferencia del O por ser, generalmente más ancho, y, sobre todo, por estar mayormente compuesto de partículas minerales.

El horizonte E generalmente es un horizonte “lavado” de aspecto blanquecino. A medida que el agua baja por este horizonte, los minerales y nutrientes solubles se disuelven y algunos materiales disueltos se lavan (lixivian). La característica principal de este horizonte es la pérdida de arcilla de silicato, hierro, aluminio, humus, o alguna combinación de estos, dejando una concentración de partículas de arena y limo. Este proceso de lavado es llamado Eluviación.

Debajo del horizonte A o E está el horizonte B, o subsuelo. El horizonte B suele ser de color más claro (menos materia orgánica) y más denso (más arcilla) que el horizonte A. Comúnmente es la zona donde se acumulan los materiales lixiviados de los horizontes superiores. Este proceso de acumulación de materiales se llama Iluviación. Es común encontrar tonos rojizos en este horizonte por la acumulación de óxidos de hierro (y aluminio), o colores claros por acumulación de carbonatos, o yeso, depenciendo de los factores de formación a que fue expuesto el suelo.

Perfil de un Ultisol.
Imagen: Universidad de Idaho

Aún más profundo es el horizonte C o sustrato. El horizonte C puede consistir en menos arcilla u otros sedimentos menos erosionados. Es, básicamente, material parental parcialmente desintegrado. Tiene una gran similitud, en composición, a la roca madre que se encuentra debajo de éste. y las partículas minerales se encuentran en este horizonte.

Debajo del horizonte C, se encuentra el horizonte R, o roca madre. Este no se considera un horizonte del suelo y es más correcto llamarlo una “capa” en lugar de “horizonte”. Esta capa es, generalmente, el material primario del cual se formó el suelo debido a los diferentes procesos de formación.