Frutos, nueces y semillas

Las Plantas: Frutos, Nueces y Semillas

Las plantas han desarrollado una variedad de maneras para distribuir sus semillas. Algunas semillas simplemente caen al suelo, otras son sopladas por el viento debido a sus pequeñas y delicadas “alas”, otras se mueven por el agua, y otras están encerradas en frutos y tienen que sobrevivir un viaje a través del sistema digestivo del animal antes de que puedan germinar.

semillas de diente de leon
Las semillas de flores pequeñas, como estas semillas de diente de león con apariencia plumosa, son consumidas por insectos como las hormigas.

Es importante que las semillas se esparzan lejos de la planta que les dio origen ya que es casi imposible que una nueva plántula pueda crecer debajo de una planta vieja establecida.

Si en un lugar cae una gran cantidad de semillas en lugar de esparcirse, hay mayor probabilidad de atraer a “depredadores de semillas”, mamíferos que consumen toda la semilla, evitando que germine.

Todas las semillas son importantes fuentes de alimentos para los animales. Durante las crecientes anuales en el bosque lluvioso del Amazonas, aún algunos peces sobreviven con una dieta de semillas.

baya
Las bayas maduran en el verano y caen, y sirven como alimento tanto para aves como para osos.

En muchos árboles y arbustos, las semillas permanecen dentro de frutos carnosos, y su propósito es atraer animales que se comen el fruto pero luego dispersan estas semillas. Los frutos carnosos son para comerse, y usualmente tienen colores brillantes y son altamente visibles tanto para los mamíferos como para las aves.

A las plantas no les conviene que sus frutos inmaduros sean consumidos, debido a que sus semillas en el interior todavía son inmaduras y, por lo tanto, incapaces de germinar y formar nuevas plantas. Usualmente hay una serie de signos que indican, con variaciones en el color y el olor, el estado de madurez del fruto. Por ejemplo, la mayoría de las bayas tienen un color verde apagado que luego gradualmente oscurece hasta llegar a ser rojas o púrpuras.

Muchos frutos inmaduros contienen pequeñas cantidades de sustancias tóxicas que se vuelven inofensivas luego de que madure el fruto. Algunos animales comedores de frutos especializados (llamados frugívoros) tienen adaptaciones especiales que les permiten comer cierta cantidad de fruto inmaduro sin sentir algún efecto adverso debido a las toxinas. Aunque obviamente es una ventaja ser capaz de usar una fuente de alimentos que es venenosa para otros animales, grandes cantidades de cualquier toxina es dañina y, por lo tanto, la mayoría de los animales tratan de consumir una variedad de frutos diferentes.

frutos de ricino
lgunas semillas se encuentran bien protegidas de los depredadores de semillas, con cáscaras gruesas y espinas.

En los bosques lluviosos tropicales, la disponibilidad de frutos es relativamente constante durante todo el año. Los frutos llegan a constituir hasta más del 50% de la dieta de una gran proporción de aves, mamíferos, reptiles e insectos tropicales, e incluso de algunos peces. Ya que las aves tienen los sentidos del olfato y gusto relativamente poco desarrollados, los frutos no tienen que desarrollar un sabor dulce u olor para atraerlas.

Un caso particularmente inusual es el del guácharo (Steatornis caripensis), una especie de ave caprimulgiforme de la familia Steatornithidae propia de Sudamérica. Estas aves son nocturnas y habitan en el norte de Sudamérica desde Guyana y la isla de Trinidad hasta Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia en bosques donde las cuevas son abundantes. Viven en colonias, pasando el día en profundas cavernas, a semejanza de murciélagos. Mientras vuelan dentro de las oscuras cavernas, los guácharos emplean un sistema de orientación por ecos (ecolocación) similar al sonar, produciendo “cliqueos” audibles de frecuencia de 7 000 ciclos por segundo. Estas grandes aves se alimentan de frutos (frugívoras) y, durante las noches, salen a alimentarse de los frutos de palmas y laureles (familia Lauraceae). Frecuentemente, vuelan largas distancias para encontrar plantas que estén frutificando; usan sus fuertes picos para arrancar los frutos.

A principios del otoño, algunos árboles de la zona templada, incluyendo los cornejos (Cornus spp. – Cornaceae) y las magnolias (Magnolia spp. – Magnoliaceae), producen frutos de sabor agrio y que realmente tienen un alto contenido de grasas. Debido a su sabor, ellos no son atractivos a los mamíferos. Su maduración está perfectamente acoplada con la migración de las aves canoras, que necesitan combustibles para sus largos vuelos hacia el sur, y los frutos con alto contenido en grasa son fuentes de energía mucho más eficientes que aquellos con un alto contenido en azúcares. En los bosques templados, las semillas y nueces son, para muchos animales, más importantes como fuentes de alimento que los frutos carnosos. Los frutos carnosos (‘frutas’) no están disponibles en ciertas épocas del año y no pueden almacenarse para el invierno.

ardilla
Las ardillas comen grandes cantidades de semillas de coníferas y nueces y, frecuentemente, comen muchas veces en el mismo lugar dejando una gran pila de cáscaras.

Las nueces de árboles como los avellanos (Castanea spp. – Fagaceae) y semillas de muchas coníferas pueden encontrarse normalmente esparcidas sobre el piso forestal, aún cuando la cosecha de nueces y semillas en los árboles todavía no esté madura. El hecho de que ellas se almacenan bien las hace una fuente ideal de alimento para pequeños mamíferos como las ardillas. De hecho, las poblaciones de ardillas aumentan y disminuyen con la abundancia de semillas y nueces cada año. Estos animales destruyen algunas de las semillas cuando se las comen. Las ardillas las distribuyen ampliamente y las entierran en grupos localizados a grandes distancias de la planta madre y, ya que muchos grupos de semillas son olvidados y dejados a germinar, las ardillas ayudan a introducir los árboles en áreas nuevas.


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