Importancia de los bosques: Madera y productos forestales

En su sentido más común, “madera” es el xilema secundario de plantas leñosas, principalmente de árboles aunque también de arbustos (aunque debido a su pequeño tamaño, la madera de arbustos tiene poco uso).

Kirguistán: recogida de leña. (Foto: FAO)

La madera es un material heterogéneo compuesta de fibras de celulosa (40% – 60%) y hemicelulosa (15% – 25%) unidas por lignina (15% – 30%).

Todos los días usamos productos derivados de plantas forestales. aceites, resinas, ceras, gomas, caucho, alimentos, medicinas y otras sustancias vienen todas de árboles, pero el producto forestal que más se usa es la madera (y el papel).

Sin dudas, la madera es uno de los productos vegetales más importante y hemos estado usándola durante siglos. Uno de sus usos primarios es como combustible (leña), pero la mayor parte de la madera es procesada y convertida en tablas o pulpa para papel.

Tipos diferentes de bosques nos suministran una variedad de maderas diferentes. Los bosques boreales nos suministran pino, abeto y pícea. Los bosques templados producen robles y hayas, y las valiosas maderas duras como teca y caoba crecen en los bosques tropicales del mundo.

Los bosques de coníferas son los que producen más madera por hectárea, y ellas son preferidos para hacer pulpa debido a sus largas fibras en la madera. Las maderas duras tropicales tienen una enorme variedad de usos, desde muebles hasta gaitas. Y desde luego, la madera se usa en construcciones.

Clases de madera

Es común clasificar la madera como blanda (“softwood”) o dura (“hardwood”). La madera de coníferas (por ejemplo, pino) es llamada blanda mientras que la madera de árboles latifoliados (por ejemplo, roble) es llamada dura. Estos nombres, aunque usuales, tienden a confundir ya que las “maderas duras” no necesariamente son duras, y las “maderas blandas” no son necesariamente blandas. La madera de balsa (una “madera dura”) es realmente más blanda que cualquier “madera blanda” comercial. Por el contrario, algunas “maderas blandas”, como las del tejo, son más duras que la mayorías de las “maderas duras”.

La madera es uno de los materiales de construcción más antiguo. Todavía se usa extensamente en construcciones, a pesar de que cada vez se hacen más y más productos de acero y concreto. Cada vez más los materiales sólidos de madera están siendo reemplazados por productos como madera laminada, “plywood” y otros. En la construcción de casas se está usando grandes cantidades de “plywood”, fabricado principalmente de maderas suaves (de coníferas).

Cada tipo de madera tiene propiedades características que las hacen apropiadas para productos diferentes. Solamente una variedad específica de sauce tiene el peso correcto y la resiliencia para fabricar bates de “cricket”. Muchas maderas se usan para hacer instrumentos musicales pero solamente algunos árboles producen la madera apropiada para el teclado de xilófonos: apenas ciertas maderas de alta densidad emiten una satisfactoria nota musical cuando son golpeadas. Por otro lado, las maderas de baja densidad absorben los sonidos y pueden usarse en habitaciones para reducir los ecos. La madera también es un mal conductor del calor por lo que es usada comúnmente para hacer agarraderas de ollas y objetos similares.

Troncos para aserrar.
Troncos apilados para ser aserrados. (Foto de Wikipedia)

Un tercio de toda la madera cortada es usada para hacer papel, cartón y otros productos de pulpa de madera. Los leños y trozas de madera son primeramente convertidos en pulpa, que entonces es transportada a otras fábricas para ser convertida en productos de papel. La contaminación del agua de las fábricas de pulpa y papel se ha convertido en un problema ambiental bien conocido. Los productos químicos usados para hacer la pulpa y el papel, y otros productos químicos como el cloro que es usado para blanquear el papel, han contaminado ríos y, en su destino final, océanos.

Ya que la madera es un producto tan valioso, los bosques están siendo explotados en todas partes del mundo. Grandes compañías obtienen permisos para cortar árboles; talan el bosque, las compañías obtienen los beneficios y se mudan a otro bosque. Una alternativa a este proceso es cosechar productos “menores” como frutas, aceites y fibras: los productos no maderables del bosque. El mercado es menor para estos productos en comparación con la madera, pero se pueden cosechar todos los años, mientras que si el bosque se corta por su madera no puede usarse de nuevo hasta dentro de unos 80 años o más. La extracción de estos productos menores no destruye el bosque.

Sin embargo, no está bien definido que tan beneficiosos, en términos monetarios, pueden ser estas “reservas extractivas”. Es necesario que en una porción de terreno abunden diferentes productos “menores” para compensar el hecho de que cada uno existe en cantidades relativamente pequeñas. La superficie del bosque tiene que ser lo suficientemente grande, y la diversidad de especies ser relativamente baja, para que hayan plantas produciendo cada producto. Un árbol no producirá frutos, u otro producto, en cantidad suficiente para que se pueda vender. Por eso, cuando los precios de esos productos “menores” bajan mucho en los mercados, los usuarios de esas reservas frecuentemente cortan árboles por su madera como una manera fácil de obtener madera.


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