Especies Invasoras

Las Especies Invasoras o Exóticas

Cientos de especies de especies no nativas (exóticas) como insectos, hongos, bacterias, plantas y otros organismos se distribuyen por todo el planeta cada año a nuevas áreas donde no existían anteriormente. Algunas de estas especies se han vuelto invasoras, se propagan rápidamente y causan importantes impactos económicos y ecológicos causando alteraciones fundamentales a los ecosistemas costeros y terrestres que han invadido. Las especies invasoras pueden dañar tanto los recursos naturales de un ecosistema como amenazar el uso humano de estos recursos.

Las especies invasoras son capaces de causar extinciones de plantas y animales nativos, reducir la biodiversidad, competir con organismos nativos por recursos limitados y alterar hábitats. Estas especies se encuentran entre las principales amenazas para la vida silvestre nativa. Aproximadamente el 42 por ciento de las especies amenazadas o en peligro de extinción están en riesgo debido a las especies invasoras.

¿Qué hace que una especie sea “invasora”?

Una especie invasora puede ser cualquier tipo de organismo vivo, un anfibio (como el sapo de caña), una planta, un insecto, un pez, un hongo, una bacteria o incluso las semillas o huevos de un organismo, que no es nativo de un ecosistema. Eventualmente, aunque no necesariamente, pueden causar daños el medio ambiente, la economía o incluso la salud humana. Generalmente estas especies crecen y se reproducen rápidamente, y se propagan agresivamente, con el potencial de eliminar las especies nativas.

Una especie invasora no tiene por qué provenir de otro país. Por ejemplo, la trucha de lago (Salvelinus namaycush) es nativa de los Grandes Lagos, pero se considera una especie invasora en el lago Yellowstone en Wyoming porque compite con la trucha degollada (Oncorhynchus clarkii) nativa por el hábitat.

trucha de lago (Salvelinus namaycush)
Trucha de lago (Salvelinus namaycush)
Fuente: Servicio de Parques Nacionales de EE.UU.

Cómo se propagan las especies invasoras

Las especies invasoras se propagan principalmente por actividades humanas, a menudo de forma involuntaria. Las personas y los bienes que utilizamos viajan por el mundo muy rápidamente y, a menudo, llevan consigo especies no invitadas. Los barcos pueden transportar organismos acuáticos en el agua de lastre, mientras que los barcos más pequeños pueden transportarlos en sus hélices. Los insectos pueden entrar en la madera, las paletas y cajas que se envían a todo el mundo. Algunas plantas ornamentales pueden escapar a la naturaleza y volverse invasoras. El suelo que traen estas plantas ornamentales puede traer insectos y gusanos. Y algunas especies invasoras son mascotas liberadas intencional o accidentalmente. Por ejemplo, en la Rep. Dom. la iguana verde, una introducción reciente, se ha convertido en una en un gran problema.

Además, las temperaturas medias más altas y cambios en los patrones de lluvia y nieve causados ​​por el cambio climático permitirán que algunas especies de insectos y plantas invasoras, como la mostaza de ajo, el kudzu y la salicaria, se trasladen a nuevas áreas que antes no podían invadir pues era muy frío. Las infestaciones de plagas de insectos serán más severas ya que las plagas como el escarabajo del pino de montaña pueden aprovechar las plantas debilitadas por la sequía.

Kudzu cubriendo una colina
La enredadera invasiva kudzu cubre los árboles y arbustos de una colina en Blount County, Tennessee. Esta planta fue traída a los EE.UU en 1876 como ornamental y distribuida por el país 1930s–1950s para control de la erosión por el Sistema de Conservación de Suelos (ahora USDA’s NRCS).
Fuente de imagen: Katie Ashdown de Flickr (CC BY 2.0)

Amenazas a la vida silvestre nativa

Las especies invasoras causan daños a la vida silvestre de muchas formas. Cuando se introduce una especie nueva y agresiva en un ecosistema, es posible que no tenga depredadores o controles naturales. Puede reproducirse y propagarse rápidamente, ocupando un área. Es posible que la vida silvestre nativa no haya desarrollado defensas contra el invasor, o puede que no pueda competir con una especie que no tiene depredadores.

Las amenazas directas de las especies invasoras incluyen la depredación de especies nativas, competir con las especies nativas por alimento u otros recursos, causar o transmitir enfermedades y evitar que las especies nativas se reproduzcan o matando a las crías de una especie nativa. En la Hispaniola, especies invasoras introducidas siglos atrás, como las ratas y ratones, hurones o mangostas (Herpestes javanicus), perros, gatos, etc. son amenazas constante a la poblaciones nativas de aves, mamíferos y reptiles.

También existen amenazas indirectas de especies invasoras. Éstas pueden cambiar la red trófica de un ecosistema al destruir o reemplazar las fuentes nativas de alimentos. Las especies invasoras pueden proporcionar poco o ningún valor alimenticio para la vida silvestre. También pueden alterar la abundancia o diversidad de especies que son un hábitat importante para la vida silvestre nativa. Por ejemplo, las plantas agresivas como el kudzu pueden reemplazar rápidamente un ecosistema diverso con un monocultivo de sólo kudzu. Además, algunas especies invasoras son capaces de cambiar las condiciones en un ecosistema, como cambiar la química del suelo o la intensidad de los incendios forestales.

Especies exóticas invasoras de la Hispaniola

(Adaptado del documento “Especies Exóticas Invasoras – Una Amenaza a la Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la RD)

La principal amenaza para los ecosistemas marinos del Caribe es el pez león (Pterois volitans), cuya presencia en los arrecifes coralinos de las Bahamas reduce la población de peces juveniles y larvas en 79%, comparado con los arrecifes en los que no está presente.

La extinción de especies en el Caribe es el resultado de una combinación de factores, incluyendo los impactos de las especies invasoras. El hurón o mangosta (Herpestes javanicus) proporciona un ejemplo de los daños ambientales que provocan tales introducciones. Esta especie fue introducida a Jamaica en 1872 para controlar ratones en los campos de caña de azúcar. Sin embargo, produjo la extinción de cinco especies endémicas: un lagarto (Celestus occiduus), una serpiente (Alsophis ater), dos pájaros (Siphonorhis americanus y Pterodroma caribbaea) y un roedor (Oryzomys antillarum). En los años siguientes, el hurón se extendió a otras islas del Caribe, incluyendo La Hispaniola, impactando negativamente su biodiversidad.

Las introducciones voluntarias, especialmente en el caso de plantas, obedecen a diferentes propósitos (árboles frutales, ornamentales, reforestación para prevención de erosión, paisajes y, producción de madera y combustibles). En las actividades agrícolas se han introducido especies, principalmente invertebrados, con el propósito del control biológico de otras plagas.

Dentro de las especies más problemáticas en La Hispaniola se encuentran la casuarina (Casuarina equisetifolia), que fue introducida para la recuperación de terrenos degradados por actividades mineras. En la actualidad es un problema para el desarrollo de las especies nativas en las áreas donde ha sido plantada. Otras especies utilizadas como ornamentales son: Lila de agua (Eichornia crassipes), que representa un gran peligro para las especies acuáticas y la navegación de los ríos donde se establece; la madre selva (Lonicera japónica), que desplaza a las especies nativas en las áreas donde se ha dispersado; el algodón de seda (Calotropis procera), cuya capacidad adaptativa sin precedentes le permite crecer en diferentes condiciones de suelos y temperaturas.

Asimismo, se han introducido especies de la flora, como árboles para mejorar el paisaje y dar sombra en las ciudades, que despues se convierten en un verdadero problema, tal es el caso del almendro de la India (Terminalia catapa), la javilla extranjera (Aleuritis fordii), el chachá (Albizia lebbeck), la amapola (Spathodea campanulata) y el caucho negro (Castilla elastica). Estas especies representan grandes riesgos para las infraestructuras urbanas y, en la vida silvestre, desplazan la vegetación nativa.

Hay especies introducidas con la finalidad de obtener productos maderables, protección de suelos y recursos hídricos, pero provocan grandes daños; en ese orden se pueden citar: leucaena o lino criollo (Leucaena leucocephala), nim (Azadirachta indica), acacia mangiun (Acacia mangium), melina (Gmelina arborea) y caliandra (Calliandra callothyrsus), entre otras.

Los animales introducidos con fines de control biológico también han representado un grave problema para La Hispaniola. El hurón (Herpestes javanicus), introducido para controlar los ratones, se convirtió en un problema para la crianza de aves domésticas. El sapo grande o maco pen pen (Rhinella marina), fue introducido para controlar los insectos en las plantaciones de caña de azúcar y ha venido a ser un problema para los insectos nativos polinizadores y para las abejas.

Debe destacarse además el caso del pez gato (Clarias batrachus), el cual fue introducido con fines de acuacultura privada y debido a un accidente natural fue introducido a la vida silvestre, representando un grave problema para la biodiversidad de los cursos de agua dulce de la República Dominicana.

En La Hispaniola se encuentran otras especies invasoras que han llegado por accidente o por la acción de las mismas especies, después de haber sido introducidas en otros países del Caribe, dentro de este rango se cita el pez león (Pterois volitans) y el pez gato (Clarias batrachus).

En el caso específico de República Dominicana, se encuentran varias especies de invertebrados que han llegado accidentalmente o por manejo negligente, tales como: mosquita blanca (Bemicia tabaci), trip (Trips palmi), caracol del arroz (Pomacea canaliculata) entre otras.

Asimismo, se encuentran muchos microorganismos, tales como la sigatoka negra (Mycosphaerella fijiensis), que ha causado graves daños durante años al cultivo de
plátanos y guineos.

En La Hispaniola se han hecho pocos estudios de la presencia de especies invasoras, sin embargo, desde el año 2001, en la República Dominicana se trabaja en la identificación de las diferentes especies invasoras presentes en el país y se elaboró una lista de las principales especies exóticas invasoras presentes en el país que amenazan la biodiversidad (enlace externo a EcoHispaniola).


Referencias


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