Causas Directas de la Extinción – El Negocio de las Pieles
Otra amenaza para los mamíferos terrestres es la cacería para conseguir sus pieles. Los humanos han usado, durante siglos, pieles para vestirse, como alfombras y para sus tiendas. Pero la matanza sin sentido de un número grande de mamíferos con la única finalidad de conseguir sus pieles es un fenómeno relativamente reciente.
El osito Koala es muy apreciado por su valiosa piel, y fue cazado desde que los europeos llegaron a su tierra. En 1900 ya había disminuido grandemente en todas partes de Australia, excepto Queensland; poco después de la Primera Guerra Mundial, había desaparecido de las demás partes del país. Antes de esa fecha, se exportaban anualmente de 1 a 2 millones de sus pieles.
El mismo gobierno estatal otorgó licencia a 10,000 cazadores en 1927, sabiendo bien la posición precaria del oso Koala; en los siguientes meses, más de medio millón de Koalas fueron muertos. El motivo para declarar como estación de caza fueron los votos y el dinero: los campesinos querían dinero y el gobierno quería los votos.
El Leopardo de las Nieves también ha sido cazado por su bella piel gris pálida marcada con rosetas negras. También son cazados furtivamente por sus pieles el Tigre de Bengala y el León Africano. El Tigre del Caspio es una víctima de la destrucción del hábitat y el desarrollo de proyectos agrícolas y de irrigación en gran escala. De hecho, se emplearon escuadrones de soldados para exterminar a los tigres. El Tigre de Bali desapareció. El Tigre de Java está en el límite extremo entre existencia y extinción. Permanecen 300 Tigres Siberianos, aunque su piel de largos pelos es la más apreciada de las pieles de tigre. El Güepardo (“Cheetah”), también cazado por su piel, es de los felinos más vulnerables debido a su solitario estilo de vida y su delicada estructura ósea.
En abril de 2005, Tenzin Gyatso, el 14vo. Dalai Lama y ganador del Premio Nobel de la Paz, lanzó la Campaña Tibetana de Concienciación para la Conservación, con el Wildlife Trust of India y Care for the Wild International, grupos seculares conservacionistas.
El Dalai Lama pidió a todos los tibetanos a que dejaron de usar ropas tradicionales decoradas con pieles de animales salvajes durante la ceremonia Kalachakra realizada en enero de 2006 en Amravati, sur de la India.
Su Santidad les pidió que inculcaran el amor y el respeto hacia todos los seres vivos y que conservaran la vida silvestre. Dijo, “Cuando regresen a sus respectivos lugares, recuerden lo que dije, no usar, vender ni comprar animales salvajes, sus productos o derivados.”
En 2005, la Agencia de Investigaciones Ambientales, localizada en Londres, dijo que el mercado para el tigre “ha estado incrementándose fuera de control durante cinco años; cada año, enormes cargamentos de pieles han sido confiscados en India, Nepal y China, y en muchos de ellos hay evidencias del activo involucramiento de tibetanos.”
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