Nuestros Orígenes – Cocolos IV

Los “Cocolos” (Página 4)


Danzas, bailes y representaciones cocolas

Pero los cocolos no solamente trajeron su religión, sus hábitos de trabajo; también trajeron con ellos danzas y bailes muy variados y excitantes y todos llenos de gracia y colorido.

Los pueblos ingleses de las Antillas Menores son producto del cruce racial de negros, antiguos esclavos traídos del África, con esclavistas y colonizadores británicos, siendo aquellos el elemento mayoritario, mientras que éstos, obviamente mantenían la hegemonía político‑económico‑social y, por ende, la cultural. La música, los bailes y las canciones cocolas muestran esos dos componentes.

La música, por ejemplo, es de un ritmo que es casi totalmente de influencia africana; de igual modo, todos los movimientos y pasos de sus danzas son de puro corte africano. Sin embargo, cuando los bailes son dramatizados, la mayoría de los argumentos están basados en “lecciones” bíblicas o en leyendas británicas. Asimismo, la influencia británica se hace sentir en las letras y motivos de las canciones cocolas.

En los bailes, sean dramatizados o no, el conjunto orquestal cocolo que los acompaña está formado por un “base drum”, un “kettle drum” y un triángulo, con la inclusión a veces de una flauta. En la actualidad, solamente perduran en los enclaves cocolos de San Pedro de Macorís y La Romana, no encontrándose en los demás enclaves.

Tanto el “base drum” (bombo) como el “kettle drum” o “drummer” (redoblante cocolo) parecen que son tambores militares británicos adoptados y adaptados por los esclavos para su uso en la reinterpretación de dramas ingleses antiguos con la adición de elementos africanos. El bombo que se toca en La Romana es mucho menor que el de San Pedro de Macorís.

Los bailes que trajeron los cocolos son muy variados y excitantes y todos tienen por objeto, además de producir un deleite espiritual, llevar a los espectadores un mensaje de carácter social o religioso. Estos bailes y “juegos” se hacían del 25 de diciembre al 6 de enero pero ya se presentan en otras épocas, como en las fiestras patrias y patronales y durante el carnaval, debido a la integración de la comunidad cocola con el resto del país.

Los principales bailes (o “juegos”) son “El Momise” y el Buloyer. Este último, conocido generalmente como Los Guloyas, realmente es un conjunto de bailes y “juegos” diversos.

El momise es un teatro bailado derivado de los “Mummer’s Play” ingleses. Aunque hay muchas variaciones regionales, el “Mummer’s Play” trata de la lucha de San Jorge y un enemigo nombrado de varias maneras (“Caballero Turco”, “Príncipe Negro del Paraíso”, etc.). El climax ocurre cuando uno u otro de los protagonistas muere; entonces interviene milagrosamente el “Doctor” y lo resucita. Esta simple historia representa la lucha eterna entre el bien y el mal, luz y oscuridad, la fértil primavera y el estéril invierno. Estas piezas se acostumbran representar generalmente en Navidad y Año Nuevo.

Los guloyas son varios grupos que practican diversos bailes. Uno de esos bailes es el “Baile de los Zancos”, que consiste en un danzante en altos zancos que no lleva nada en la mano, trajeado con una chaqueta brillante con muchos espejitos, unas mangas muy largas y el pantalón lleno de flecos. El grupo que le sigue va tocando y bailando.

Otro baile o “juego” es el “Baile del Buey”, con un personaje vestido completamente de rojo, con cuernos en la cabeza y con rabo de vaca verdadero en el trasero, que representaba un buey que baila en las calles y corre detrás de las personas; El jefe del grupo lleva un foete con el cual acarrea al buey. Todo esto se hace al compás de la música de tambores, flauta y triángulo. Los danzantes de este baile procedían en su gran mayoría de los ingenios Angelina, Consuelo y Santa Fe.

Otro grupo de “buloyer” se disfraza de indios y escenifica diversos asuntos, forman un círculo y con flechas que van tirando y con ciertas evoluciones de grupo, van haciendo sus ceremonias. El nombre original de este baile es “Wild Indian” (‘Indio salvaje’). Presentan tres tipos de baile que son: 1ro. Máscara Loco, que es un baile agitado; 2do. Polka, que es un poco lento; y 3ro. Vals popular en el cual hacen todas sus evoluciones. La música que los acompaña es producida por bombo, redoblante, flauta y triángulo.

Además de los bailes y danzas, los cocolos celebran las parrandas navideñas, durante las cuales van de hogar en hogar, en horas de la madrugada, entonando villancicos. El más famoso es aquel cuyo estribillo reza así: “Good morning, Good morning, give me the guavaberry”, que se practica en todos los enclaves cocolos. Otro es el conocido mundialmente Jingle Bell. En las iglesias y en las instituciones sociales, el más cantado es “!Oh! He is a Jolly Good Fellow” (El es un alegre y buen camarada).

La comida cocola

La cocina cocola no se diferencia de la cocina de las Antillas inglesas, donde se consume harina de trigo o maíz en lugar de arroz que es el alimento básico de la comida criolla. Otras diferencias con la comida típica dominicana es el alto consumo de pescado, fresco o seco, lo mismo que la preferencia por determinados vegetales como el molondrón (ocra), la yautía (especialmente la yautía blanca pero también la yautía coco o pipiota).

Algunas comidas típicamente cocolas, y que pueden encontrarse en prácticamente todas las Antillas Menores (con sus variantes) son yaniqueque, domplin, fungi, calalú.

El yaniqueque se prepara con harina de trigo y se consume frito (la manera preferida en el país) u horneado. El término es una corruptela de ‘Johnny Cake’ y este a su vez de ‘Journey Cake’ (‘torta de viaje’) ya que se conserva mejor que los panes con levadura, importante en viajes largos por el mar. De todas las comidas cocolas, el yaniqueque es la que más se ha extendido por el país.

Los domplins (dumplings), también de harina de trigo, tienen forma de bollos y se comen luego de cocerlos. Los funyis (o fungisfunchis) son similares a los “domplins” pero hechos con harina de maíz y son fritos. Existen muchas variaciones en la confección y consumo de estos dos platos.

El calalú (Callaloo) es una sopa muy típica de las Antillas Menores que tiene un color verde debido a la presencia de molondrones (‘ocra’) y, especialmente, de hojas de callaloo (Colocasia esculenta, el taro del Pacífico, conocida en la República Dominicana con los nombres yautía coco, pipiota, pastoreo). Aunque generalmente es una sopa de vegetales, en algunos casos se le agrega carne, semejándose al sancocho dominicano, excepto por el color, por lo que también se le llama “sancocho verde”.

De las bebidas, la más conocida es el guavaberry, un licor elaborado usando frutos de arrayán, que maduran a finales del otoño y por eso el licor guavaberry está asociado con las fiestas navideñas. El licor se hace mezclando los frutos con ron, frutas deshidratadas (pasas, ciruelas pasa, etc.), especias (canela, vainilla, jengibre) y otros ingredientes.

Referencias

  1. Alfonzo, Miguel. “Los cocolos de SPM: brazo que impulsó industria azucarera a comienzo de siglo”, El Siglo, 27 junio 1997, suplemento “Patronales San Pedro de Macorís ’97”
  2. Deive, Carlos E.Notas sobre la Cultura Dominicana. Boletín del Museo del Hombre Dominicano, Año VIII, Núm. 12 (Enero 1979).
  3. Inoa, OrlandoAzúcar. Árabes, cocolos y haitianos. Santo Domingo, 1999.
  4. Lockward, GeorgrHistoria del Protestantismo en la República Dominicana. Santo Domingo.
  5. Mir, PedrorCarta anti-prólogo en Julio César Mota Acosta.
  6. Mota Acosta, Julio CésarLos Cocolos en Santo Domingo. Santo Domingo, 1977.

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