Informe sobre la Flora Apícola Dominicana

Eugenio de Jesús Marcano Fondeur

Santo Domingo, D.N.
1ro. de Octubre de 1973

Tabla de Contenido

Introducción

Para el estudio de nuestra flora apícola, se ha dividido el territorio nacional en cuatro zonas, no atendiendo a nada en especial, sino a la comodidad para hacer los recorridos.

La primera zona la llamaremos “Zona Oriental” y comprende la parte Este de la línea imaginaria que une la boca de la ría Ozama con la boca del río Yuna en la Bahía de Samaná.

La segunda, llamada “Zona Cibao“, comprende todos los terrenos que quedan al Norte de la línea que une la boca del río Yuna con La Cumbre, en la Autopista Duarte, y desde allí hasta Villa Anacaona en la provincia Dajabón.

La tercera zona o “Zona Sur” abarca todos los terrenos que aparecen al Oeste de la línea que une a La Cumbre, en la Autopista Duarte, con la boca del río Ocoa en la provincia de Azua.

La cuarta zona o “Zona Central” es la comprendida entre las líneas ya mencionadas.

Dentro de cada zona se observó con mucho cuidado e interés la flora de determinado lugar, con el objeto de hacer las recomendaciones y observaciones que aparecen en los cuadros que figuran al final de este informe.

Las plantas citadas para cada lugar son aquellas que las abejas visitan con más frecuencia y las que por su abundancia son suficientes para producir una buena cantidad de miel.

Al tratar de apiarios encontrados en cada lugar, nos referimos sólo a los visitados, no a los que en realidad existen; todos tienen sus colmenas en “troncos de árboles huecos”, a menos que no se hagan observaciones especiales.

Como los apiarios están formados por colonias en “troncos de árboles huecos” fue imposible determinar la producción de miel por unidad, para compararla con la clasificación de Zonas propuestas por el Dr. Gonzalo S. Ordetx; por lo tanto, las recomendaciones para instalar nuevos apiarios se hacen basándose en la flora del lugar, y a que los apiarios sean de cincuenta unidades cada uno, siempre que estos se instalen en cajas movilistas con dos o tres cuerpos cada uno y de acuerdo a los adelantos de la apicultura moderna; no es recomendable aumentar el número de colmenas en los apiarios nuevos pues no resultaría económico.

Si insistimos en que los apiarios sean de 50 colmenas cada uno y distanciados a 5 Km. uno del otro, es con el objeto de que estos sean fáciles de controlar, y que la flora del lugar sea mejor aprovechada; también con este número serán más las personas que se puedan dedicar y beneficiar de la apicultura. Si alguien le interesa aumentar el número de colmenas de un apiario, deben recomendarle que le hagan un estudio previo de la flora del lugar, pues lo que produce mucha miel no es la cantidad de abejas sino la de flores.

Otro motivo por el que insistimos en apiarios de 50 colmenas es que si la flora es escasa, la reina no trata de aumentar la colmena y, a medida que las abejas mueren, quedan al descubierto los panales de cera, momento que aprovecha la Galleria mellonella y otros insectos para hacer sus estragos.

En la cantidad de apiarios nuevos recomendados, existe un amplio margen entre la cantidad recomendada y la que realmente puede soportar la flora del lugar, aproximadamente un cincuenta por ciento menor. Se hace así para que toda la inversión esté segura durante los primeros quince años; tratar de aumentarlos satura el paraje de abejas y reduce en años la vigencia de este informe.


Clasificación de las regiones apícolas

Se propone la siguiente clasificación de las regiones apícolas:

1.- Muy buena

La región es Muy Buena cuando su flora, por su abundancia, calidad y extensión, permite completar (a 50 unidades) los apiarios existentes e instalar los indicados sin temor a saturar de abejas la región.

Aquí no hay temor a escasez de flores, pues a medida que el agricultor corta las plantas adultas, en los “botados” crecen nuevas plantas. La repoblación de esta región, si se desea aunque no es necesaria, se debe hacer con plantas permanentes, según el ecosistema en que se encuentre el apiario.

2.- Buena

Aquí la flora apícola es permanente y muy melífera pero no muy abundante, la que se debe aumentar primero cultivando plantas propias de la región o sembrando las que florezcan para las épocas de emergencia. En algunos lugares se confunde esta clasificación con la anterior, pero la escasez de flores y de agua en determinados meses del año sirve para separarlas.

3.- Regular

La flora de esta región es melífera pero está sujeta a cambios, tanto de parte de la naturaleza como por el hombre; aunque es región tradicional de abejas, se deben observar rigurosamente las indicaciones que se den.

4.- Pobre

Aunque a primera vista son muy abundantes los montes, estos están formados por una o por pocas especies melíferas. Estas regiones fueron tradicionalmente apícolas, pero al fomentarse y modernizarse la agricultura no permite la cría de abejas, y si en la actualidad se encuentran apiarios, estos están a punto de desaparecer por falta de flores y por el excesivo uso de pesticidas.