Impacto de la disminución

Tigre en la región Terai de Nepal
(Foto de WWF Nepal)

Mucha gente conoce sobre la situación apurada de algunos animales raros como los elefantes, los pandas, los tigres, las ballenas y los gorilas de montaña. Sin embargo, estos mamíferos grandes, al atraer la atención hacia ellos, no permiten que se preste la necesaria atención a muchas otras especies en peligro tales como plantas, gusanos, escarabajos y hongos. Es importante darse cuenta que también estos organismos son vitales para sus ecosistemas individuales, y que su extinción afectaría las vidas de muchos otros seres vivos, incluyendo humanos.

La supervivencia de los ecosistemas (comunidades de plantas y animales y sus ambientes físicos) tales como bosques, arrecifes de coral o humedales, depende de su biodiversidad, o variedad de plantas, animales y hábitats, lo mismo que de las muchas interacciones entre estas especies. La eliminación o desaparición de especies puede dañar irreversiblemente al ecosistema y ponerlo en una situación de degradación.

Por ejemplo, los ‘bosques’ submarinos de kelp del Pacífico Norte son de los hábitats marinos más ricos – son el hogar o lugar de apareamiento de muchas especies de peces y otros animales. Cuando disminuyó, por la cacería indiscriminada durante el siglo 19 y principios del 20, la población de la nutria marina en la costa occidental de Canadá y Estados Unidos, algunos invertebrados como el erizo de mar quedaron sin su principal predador. La población de erizo de mar aumentó dramáticamente y rápidamente consumió al ‘kelp’ y otras algas, convirtiendo al ecosistema en un desierto estéril bajo el mar. Los esfuerzos de conservación en la segunda mitad del siglo 20 permitieron la protección y la reintroducción de la nutria marina en estos ecosistemas y los bosques de ‘kelp’ ha mejorado desde entonces.

La pérdida de biodiversidad es irreversible, y tiene un serio impacto sobre la capacidad de supervivencia de las restantes especies, incluyendo a los humanos. Los humanos dependemos de la diversidad de especies y de ecosistemas saludables que provean de alimentos, aire y agua puros, y suelo fértil para la agricultura. Además, nos beneficiamos de gran manera de las numerosas medicinas y otros productos que provee la biodiversidad.

Aproximadamente el 40 por ciento de nuestras medicinas farmacéuticas modernas derivan de plantas o animales. La perivinca, una pequeña planta de Madagascar, produce sustancias que son efectivas en la lucha contra dos tipos de cáncer, la enfermedad de Hodgkin y la leucemia. A pesar de su importancia, el hábitat boscoso de la perivinca está desapareciendo rápidamente para abastecer de leña y tierra de cultivo a la gente empobrecida de Madagascar, y la mayoría de las especies endémicas (especies que no viven en ninguna otra parte) de allí están en peligro.

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